Esta entrada consistía en crear un cuento siguiendo el esquema de las tres fases: Presentación, problema y solución y teniendo en cuenta que debe haber un personaje protagonista, un enemigo y un aliado.
Espero que esta historia os guste tanto como a mí.
"Los líos del rey"

Érase una vez un rey que era muy valiente que gobernaba su reino con justicia tanto para ricos como para pobres. A diario se enfrentaba a los problemas cotidianos de sus ciudadanos, resolviéndolos lo mejor que podía.
Como a todo rey, le gustaba ir a cazar animales a los montes siempre que sus quehaceres se lo permitían. Un día, mientras se encontraba con sus sirvientes en una de sus cacerías, recibió un telegrama que le avisaba de una visita inesperada en palacio.
El rey de inmediato se montó en su caballo rumbo hacia el castillo y nada más llegar, se encontró con dos familiares a los que hacía tiempo que no veía. Eran sus dos hermanos pequeños, Isabel y Alfonso. Su madre los había mandado con su hermano el rey, porque se encontraba mal de salud.
La esposa del rey, Juana, no veía con buenos ojos la llegada de los nuevos visitantes, ya que pensaba que el rey dejaría de prestarle atención a ella y a su hija, y por eso a diario les reñía y les imponía castigos que debía cumplir.
Tras varias semanas en palacio, los pequeños infantes no terminaban de acomodarse, se encontraban tristes y cabizbajos, a menudo recordaban con cariño a su madre, sus amigos, su pueblo, al que no visitaban hace tiempo. Por ello se les ocurrió la genial idea de pedirles permiso a los reyes Enrique y Juana para ir de viaje a reencontrarse con su madre. Su majestad les contestó que necesitaba unos días para pensárselo, pero que pronto tendrían la respuesta. A los pocos días era el cumpleaños de la pequeña Isabel, y para tal acontecimiento la reina Juana y el príncipe Alfonso prepararon una fiesta en su honor donde no faltó la comida, la bebida, la música los regalos, pero nada de eso le importaba a Isabel, a ella solo le interesaba saber si podría visitar pronto a su madre.
Este evento en realidad era todo un plan que había planeado la reina Juana a escondidas del rey, para entristecer aún más a los infantes. Al finalizar la celebración, los reyes dieron la mala noticia a los hermanos de que era imposible que viajasen a Arévalo, su pueblo ya que la salud de su madre empeoraba día a día y eran mejor que no la viesen en tan mal estado.
Todo aquello no era más que una vil mentira inventada por la reina, que por todos los medios trataba de hacer infelices a los pequeños. La princesa se puso muy triste, pero a la mañana siguiente llegó a palacio una carta para Isabel, era de su madre, le decía que se encontraba ya recuperada de su enfermedad pero que estaba muy afligida porque ya apenas tenía noticias de sus hijos y parecía que se había olvidado de ella.
La princesa, apresurada, fue a buscar a sus hermanos Alfonso y Enrique para mostrársela, y al leerla se dieron cuenta de la mentira que había inventado la reina Juana sobre la salud de su madre.
El rey se enfadó mucho con su esposa y se dio cuenta de que ella sentía celos del cariño que este les mostraba a sus hermanos. Entonces tomó una decisión muy importante: mandar a sus hermanos junto a su madre para que se sintiesen más contentos. A los dos o tres días, los príncipes por fin vieron su sueño cumplido y prometieron a su majestad visitarlo más a menudo, y así fue como Isabel y Alfonso vivieron felices y contentos.
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